La función de la dirección creativa - BOUZA Creativos
En varias ocasiones me han preguntado cuales son las funciones básicas de un director creativo y usualmente quien pregunta espera una respuesta que pueda estar definida dentro el perfil de una vacante de trabajo.
Si hablamos de un modelo hipotético, como un estándar, un director creativo es, básicamente, la persona responsable de la creatividad de uno o varios clientes de una agencia de publicidad.
Puede ser un creativo regular pero un buen director creativo. La intuición, la negociación y las formas de resolver, alejan a muchos buenos creativos de la dirección creativa y al revés. Puede que tenga equipo creativo a su cargo o no, ya que un director creativo debe tener la capacidad de entender, investigrar, planear, conceptualizar, ejecutar, resolver y evaluar.
Cuando alguien llega a ser director creativo, aparentemente cambia de departamento, pero más bien acaba involucrándose en todos los departamentos que forman la cadena de valor, asumiendo objetivos económicos, empresariales y también la responsabilidad de alcanzarlos.
La mayoría de los directores creativos llegan a serlo a base de sangre, sudor y lágrimas. Es cuestión de talento, experiencia, capacidad de liderazgo y mucha, pero mucha perseverancia. Ser director creativo no sólo es una materia, sino prácticamente una carreta entera que no se imparte en las universidades, si no en la vida.
Si se llega a ser director creativo ascendiendo desde puestos directivos anteriores, como director de redacción o director de arte; a éstos se le añade la gestión de todo ese material sensible con cada una de las personas que están bajo su responsabilidad.
La función de la dirección creativa marca el camino
Defiende los intereses de la creatividad y los del anunciantes. Si el trabajo es honesto, no sólo se preocupa por dar un buen servicio, si no también por conseguir que el resultado del trabajo sea notorio y trascendente. Tiene que saber en qué proyectos debe ocuparse y dedicar un sobre esfuerzo y en qué otros no vale la pena y hay que quitárselos del camino lo más pronto posible.
Un director creativo se pasa el día reunido. Es un malabarista en todos sus sentidos. Entra y sale de diferentes reuniones que no tienen nada que ver, pero tienen todo que ver, cambiando de tema constantemente, sin que su mente colapse entre sus dos hemisferios cerebrales.
Por un lado, se reúne con el departamento de planeación para marcar la estrategia de un briefing, validando o no los briefs que trabajan los ejecutivos de cuentas con los clientes. Por otro lado, supervisa todo el trabajo creativo de la agencia con el fin de que el resultado final, cuente con el estándar creativo y funcional más alto posible. También es responsable de que se aproveche el tiempo y de saber que las horas dedicadas son dinero.
Un director creativo sabe qué puede dar cada uno de los integrantes del equipo que está bajo su responsabilidad, tratando de sacar lo mejor de ellos. Es como un jugador de que pasa a ser entrenador.
Una de las funciones más importantes de un director creativo es mantener la coherencia. Lograr que ese concepto que parece bueno, quede representado en todas las piezas de una campaña, manteniendo la coherencia y la continuidad conceptual de toda comunicación.
Protege a su equipo a toda costa, incluso cuando se equivocan. Debe saber corregir y ser un líder natural. Debe tener “la idea” cuando a nadie se le ocurre nada. Esa idea que acaba de cocinarse en equipo, curtiendo a todos. Exige algo de psicología y mano izquierda. Hay que hacer un poco de padre, un poco de profesor, a veces de malo y otras de bueno.
La buena dirección creativa, no sólo lo es por su talento. También lo debe ser por su calidad humana. Por su forma de hacer, por su empatía y por su manera de tener a todo el mundo en tensión, queriendo dar lo mejor en cada uno de los proyectos.
Si está mal, está mal. Y hay que volver a empezar. Es lo que es.
Debe saber vender las ideas. Debe saber defenderlas. Debe exigir al departamento de cuentas, al departamento de producción, al departamento estratégico y saber integrarlo todo, destacando el trabajo de todos.
Devora libros, blogs, reviews de marcas, entrevistas de trabajo, eventos sociales y sabe traducirse a uno mismo cuando se topa con alguien que no tiene idea que creatividad genera industria y retorna en inversión.
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