A fines de enero, YouTube sorprendió -una vez más- a los internautas. Un nuevo canal de videos tiene como autor de contenidos ni más ni menos que al Vaticano. Con versiones en inglés, español, alemán e italiano, el sitio Web se propuso convertirse en un canal de noticias capaz de dar a conocer las últimas novedades de la Santa Sede.

Así, en la versión en español que puede verse en www.youtube.es/vaticanes se puede acceder a una serie de videos en los que el Papa Benedicto XVI no sólo habla sobre el horror del Holocausto sino que evalúa la situación de países tan disímiles como Australia y Brasil. La idea es que la gente pueda también seguir de cerca las actividades del sumo pontífice, que se irán renovando cotidianamente.

Todos los contenidos -imágenes, videos y textos- difundidos en el canal son producidas por el Centro Televisivo Vaticano (CTV) y la Radio Vaticano (RV). Y de acuerdo con datos de la agencia italiana SIR, durante la primera semana online el canal superó las 750 mil visitas.

Lo cierto es que, el día en que el lanzamiento del canal se dio a conocer a la prensa, voceros del Vaticano dejaron claro que el proyecto no demandó una inversión de dinero sino de trabajo, y que Google -dueño de YouTube- no percibiría «ni un centavo» por sus servicios.

Los responsables del sitio afirmaron, además, que son concientes de que este es «el comienzo del camino». Cabe preguntarse, entonces, cuál será el próximo paso. ¿Fortalecer la interactividad? Por lo pronto, un indicio se dejó entrever en la conferencia de prensa: estarían estudiando armar un canal de comunicación en la red social Facebook. Como dicen, Dios está en todas partes (y también en Internet).

No sólo Obama comprendió el poder de Internet como herramienta de comunicación actual. Ahora el Vaticano se puso en boca de todos al lanzar su propio canal de videos en YouTube. En un siglo en el cual la Iglesia Católica lucha por no perder adeptos sorprende, al menos, la elección de un formato tan moderno. Ahora, ¿qué sigue?