Cambiar el mundo requiere aprovechar cada brief
El 2016 podría ser memorable para las marcas y agencias en México. El desempeño en festivales que premian la creatividad va en ascenso y, en este sentido, Cannes Lions es referente indiscutible.
En los llamados “Óscares de la Publicidad” las piezas, campañas y creativos brillan gracias a su estrategia de marketing e ingenio por igual. Sin embargo, también están destacando aspectos que antes pasaban desapercibidos y podemos retomarlos como aprendizajes para nuestro día a día.
Capacidad de explicar el trasfondo de una idea. La presentación de cada proyecto es como un “detrás de cámaras”, a veces con calidad narrativa y valores de producción que igualan o superan los de la pieza contendiente.
La necesidad de destacar entre cientos de proyectos, obliga a demostrar que las grandes ideas son resultado de estrategias aún más grandes; y la necesidad de revalorizar el papel de la publicidad, donde cada vez hay presupuestos más limitados, nos ha llevado a buscar conceptos y mensajes que apelan a valores universales.
Enfoque emocional. Nuestro trabajo está ligado a objetivos comerciales, pero nosotros y aquellos a quienes les vendemos somos, a final de cuentas, humanos. Nos motivan por igual, necesidades y sueños; queremos cosas, pero también buscamos sensaciones.
Cada año vemos una tendencia creciente a reivindicar nuestro papel; a emplear el conocimiento y recursos a nuestro alcance para generar un cambio positivo en la vida de las personas. Pero cambiar el mundo requiere aprovechar cada brief –no sólo aquellas iniciativas sin fines de lucro– para influir positivamente en las personas.
Universalidad. Como Bill Bernbach planteaba, el objetivo es llegar a verdades profundas, explorar mensajes no siempre tan evidentes pero sí latentes; tanto, que pueden ser entendidos por personas en todo el mundo.
Capacidad de reinventarse. Cada año hay Grandes Premios en las diversas categorías y puede tratarse de anuncios, herramientas tecnológicas, propuestas artísticas o experiencias de marca vivenciales. Nuestra capacidad para resolver en formas distintas un mismo problema de comunicación, no deja de sorprendernos. Una cosa nunca cambia en Cannes: siempre hay que esperar lo inesperado.
Aplicar estos aprendizajes en nuestra visión y procesos creativos puede ayudarnos a evolucionar: de una industria de consumo a un sector impulsor de cambios, de publicistas o marcas a generadores de cosas más valiosas que el oro.
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